Un corchito con mucha diversión
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El receptor Futaba de seis canales,
insertado con cierta dificultad en el reducido espacio situado detrás
del motor
La batería está alojada debajo del ala en una perforación rectangular
que no obstante he de agrandar un poco para que quepa la de 300 mA/h,
ya que sin duda está hecho para el tamaño estándar de las de 200 mA/h.
A causa del material cortado la resistencia de la zona vecina con el
compartimento del receptor ha disminuido bastante, por este motivo
refuerzo la zona con una tira de 1 x 2 cm. de fibra de vidrio de 25
gr/m2, que fijaré con cianocrilato.
La batería va sujeta con una delgada cinta de nylon con terminaciones
de velcro, lo cual la hace fácil de cambiar, así como de conectarla o
desconectarla del conector que va al regulador. Como ocurre en la
mayoría de aviones eléctricos de pequeño tamaño, el receptor no lleva
alimentación propia, sino que se alimenta a partir del regulador del
motor a través del sistema denominado BEC, que consiste en un regulador
interno que estabiliza la tensión de la batería, de 7,4 Volts y reduce
su valor para adecuarla al receptor.
Bajo el ala se distinguen los dos
servos del timón de dirección y del de profundidad, y la batería,
sujeta con una cinta y velcro
El conjunto hélice-motor está estudiado para que este pequeño avión
tenga características acrobáticas, y por lo tanto su tracción tiene de
ser superior al peso del avión, que en este caso estará entre 120 y 140
gramos. La motorización de un avión eléctrico y la hélice adecuada es
un procedimiento demasiado largo para explicarlo aquí. En el caso de un
motor glow, si le colocamos una hélice demasiado grande simplemente
dará menos revoluciones de las esperadas, pero en el caso de un
eléctrico puede ser mucho más grave, ya que aumentará el consumo que
puede llegar a superar el máximo permitido por el regulador, llegando a
quemarlo, e incluso el propio motor puede aumentar tanto de temperatura
que se quemen las bobinas inductoras, lo que también causaría la
destrucción del regulador.
En este caso, las hélices suelen calcularse para que "carguen" el motor
eléctrico en un máximo de un 30%, es decir, que con dicha hélice el
motor dé un mínimo del 70% de las revoluciones que daría en vacío. Otro
detalle es que las hélices para eléctricos son mucho más delgadas que
las utilizadas en motores glow, el motivo es que para eléctricos no se
necesita tanta inercia de giro y se puede aprovechar mejor la forma de
la pala para un mejor rendimiento. De todas formas esta hélice en
concreto me parece muy delgada y poco consistente, esperemos que
aguante los "inevitables encuentros" con el suelo que probablemente va
a sufrir.
Vista del morro en que se aprecia la
hélice de 6 x 3 pulgadas y el pequeño pero potente motor "brushless" de
tan sólo 1,7 cm de diámetro
Lo siguiente será ajustar el emisor Futaba, que al ser digital y
programable tiene bastante más complicación que un analógico de mi
época. Abro el manual y dedico media hora a leer un poco las distintas
funciones. Creo una memoria tipo ACRO a la que llamo SATU (de Saturn),
ajusto el directo/reverse de los servos, que excepto el mando de gas,
en este caso todos han de estar en REVERSE.
Al mover los sticks veo que hay muchísimo mando, es decir, las
superficies de control, ya de por sí enormes, se mueven unos 45 grados
a cada lado, lo cual sin duda causará maniobras muy bruscas en el
modelo. Yo no estoy preparado para esto, además, mi intención inicial
es simplemente volarlo de forma equilibrada, sin hacer ningún tipo de
maniobra acrobática, por este motivo programo los DUAL-RATES de alabeo,
dirección y profundidad, a un 40% del total. Y para afinar más programo
también la linealidad del movimiento para que sea exponencial en un
-60. Ahora, a la vista, los movimientos de las superficies de mando
parecen bastante razonables, aunque serán necesarias pruebas de vuelo
real para certificarlo.
En fin, tras unas tres o cuatro horas de trabajo doy por acabado el
Mini Saturn. Sobre la mesa del comedor todo parece funcionar bien...
Veremos que ocurre en el campo de vuelo...
El Mini Saturn con su radio Futaba
T6J, a punto de ser llevado al campo de vuelo para efectuar la primera
prueba
Llego al campo de vuelo a media tarde,
sobre las seis y media, cuando el ligero vientecillo va a menos.
Arranco el emisor Futaba y coloco en el Mini Saturn una de las cuatro
baterías de 300 mA/h que llevo bien cargadas, el controlador del motor
emite un par de tonos musicales, que sin duda significan algo respecto
a su programación, y tras un pequeño temblor en la hélice se queda
quieto y listo para volar.